Reflexiones Comensalidad

Adolfo Rendon • Oct 27, 2022

Una de las principales características del ser humano es la organización comunitaria. El acceso a los alimentos, y especialmente el consumo de alimentos, es una actividad colectiva basada en una cultura de reciprocidad profundamente arraigada, ya que además de crear fuertes lazos sociales, compartir alimentos ayuda a reducir riesgos y mejorar los hábitos alimentarios en entornos de escasez.

La antropología nos dice que la comida es uno de los mejores sistemas simbólicos de cualquier cultura. Comer es un acto de significado, simbolismo, ritual y código que nos permite comunicar de alguna manera la forma en que vemos la vida y vivimos en el mundo. Este es un comportamiento relevante a la hora de evaluar los patrones de socialización y los mecanismos de transferencia de valor de cualquier grupo humano. No somos sólo lo que comemos, sino también cómo comemos.

Los tiempos y formas en que compartimos la comida en grupo dan lugar al concepto de comensalidad, que etimológicamente significa compartir la misma mesa, lo que significa reconocer formas socialmente definidas de relacionarnos con la comida y con las personas con las que caminamos. En los últimos años, y especialmente en las últimas décadas, las formas de comensalidad en los espacios públicos y privados han cambiado mucho.



APOLOGÍA DE LA MESA CORRIDA

A fines del siglo XIX, el afable polemista G. K. Chesterton escribió sobre una moda creciente en los bistrós de Londres dedicada a reemplazar las mesas redondas tradicionales con pequeñas mesas redondas para grupos pequeños o solteros. Nuestros amigos se burlaron de la idea, considerando que en el Reino Unido nadie quiere renunciar a la alegría de compartir comida a través de una buena conversación, incluso entre extraños. La mesa larga es una invitación al diálogo, la discusión y la aventura, hoy muchos verían una evidente incomodidad, pero él descubrió el valor democrático de un lugar de encuentro y socialización entre diferentes personas.
No hace falta ser un lince para darse cuenta de que Chesterton está terriblemente equivocado, porque muchas veces no vemos las cosas como son, sino a nosotros como son, por lo que acaban prevaleciendo las mesas solas. Una forma de abordar este y otros problemas es escribir sobre las tabernas errantes, disculpando las costumbres populares relacionadas con la comida. Ambientado en un escenario ficticio donde está prohibida la venta de alcohol, un capitán irlandés y el dueño de un pub inglés se rebelan contra la regla y rescatan un barril de ron, un trozo de queso y un letrero portátil mientras recorren Inglaterra. En la primera oportunidad, clavaron los letreros, abrieron los barriles para cortar el queso, abrieron el bistró, y la magia de este era su capacidad de convocar espontáneamente a la gente común a los placeres comunes: comida, bebida y conversación.
Hoy, la cultura de la mesa larga es una reliquia del pasado de nuestra ciudad, evidenciada aún en algunas sidrerías, restaurantes únicos en Euskadi, y relegada a espacios como comedores escolares o campamentos marcados por el compartir de la comida. Ya es un oficio de educación. Fuera de los espacios públicos, esta cultura está ligada a la vida familiar, especialmente en las zonas rurales donde las familias extendidas aún importan.

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27 oct., 2022
A continuacion te mostraremos algunos consejos al momento de donar o redistribuir alimentos; Es parte de la estrategia para reducir el desperdicio alimentario, y al promover la salida de alimentos del círculo de comercialización somos, por un lado, solidarios con la sociedad, que actualmente nos enfrentamos a una situación de crisis. No manipule alimentos durante una enfermedad. No coma ni fume cuando manipule alimentos. No tosa sobre la comida. Lávese las manos antes y después de usar el baño, toser, tocarse, tirar la basura o cepillarse los dientes y después de ensuciarse las manos. Si tiene heridas en las manos, cúbrase con un vendaje y guantes. Use ropa limpia y practique una buena higiene Tips sobre los alimentos Los alimentos deben estar debidamente etiquetados para una fácil identificación. La información básica en la etiqueta debe ser al menos: Número de producto Nombre del fabricante Fecha de caducidad/ Consumo preferente Lista de ingredientes Método de conservacion Fecha de congelación El alimento debe tener una buena apariencia visual, sin signos de daño y/o deterioro, podredumbre, etc - y no debe oler. Evite la luz solar directa sobre los productos alimenticios. Deben almacenarse o almacenarse en un lugar oscuro. La comida debe estar a la temperatura deseada: < - 18C Productos alimenticios congelados < 4C Pollo, pescado y alimentos refrigerados con una vida útil de más de 24 horas < 7C Carne fresca de cerdo, ternera y cordero < 8C alimentos refrigerados con una vida útil de menos de 24 horas >65 platos calientes Los residuos orgánicos generados deben almacenarse en contenedores adecuados. Deben eliminarse al menos una vez al día. Los alimentos sin envolver deben estar protegidos por una barrera para separarlos de cualquier contaminación externa.
25 oct., 2022
Cuando nos hablan de empatía solemos interpretar que es el resultado de un esfuerzo personal por identificarnos con las emociones de otra persona. Sin embargo, hay veces que no solo no nos cuesta trabajo, sino que no podemos evitar empatizar. El estudio ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, la Universidad de Chicago y la Universidad de Indiana. Las prácticas culturales socializan a las personas para relacionarse con los demás de diferentes maneras. Una forma fundamental en la que se forman y mantienen estos lazos interpersonales es a través de la empatía, nuestra reactividad emocional hacia las experiencias de los demás. Sin embargo, la medida en que los individuos de diferentes culturas varían en su empatía disposicional y los correlatos de estas diferencias son relativamente desconocidos. Por lo tanto, el estudio actual exploró la variación cultural en la empatía y cómo esta variación se relaciona con las características psicológicas y el comportamiento prosocial en todas las culturas. La evidencia de una muestra original de 104,365 adultos en 63 países revela que los países con mayor empatía también tienen niveles más altos de colectivismo, amabilidad, escrupulosidad, autoestima, emotividad, bienestar subjetivo y comportamiento prosocial. Estos hallazgos revelan que la empatía se sitúa dentro de una red nomológica más amplia de otras características psicológicas, expresiones y experiencias emocionales y comportamiento prosocial en todas las culturas. Los investigadores analizaron los datos de una encuesta en línea sobre empatía completada por más de 104 000 personas de todo el mundo. La encuesta midió la compasión de las personas por los demás y su tendencia a imaginar el punto de vista de los demás. Se excluyeron los países con tamaños de muestra pequeños (incluida la mayoría de las naciones de África). En total, 63 países fueron clasificados en el estudio. ESTOS SON LOS 10 PAÍSES MÁS EMPÁTICOS DEL MUNDO, SEGUN ESTUDIO: 1. ECUADOR πŸ‡ͺπŸ‡¨ 2. ARABIA SAUDÍ πŸ‡ΈπŸ‡¦ 3. PERÚ πŸ‡΅πŸ‡ͺ 4. DINAMARCA πŸ‡©πŸ‡° 5. EMIRATOS ARABES UNIDOS πŸ‡¦πŸ‡ͺ 6. COREA DEL SUR πŸ‡°πŸ‡΅ 7. ESTADOS UNIDOS DE AMERICA πŸ‡ΊπŸ‡Έ 8. TAIWAN πŸ‡ΉπŸ‡Ό 9. COSTA RICA πŸ‡¨πŸ‡· 10. KUWAIT πŸ‡°πŸ‡Ό
25 oct., 2022
En 2017 se realizó un estudio que cuantificó la pérdida y desperdicio de alimentos en México. Financiado por el Banco Mundial y liderado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), reveló el impacto del desperdicio en las dimensiones económica, medioambiental y social. “El estudio arrojó que cada año la pérdida y desperdicio de alimentos asciende a más de 20 millones de toneladas de alimentos aptos para consumo humano a lo largo de toda la cadena de valor”, apunta Mariana Jiménez, Directora de Alianzas Estratégicas en Innovación de la Red de Bancos de Alimentos de México (BAMX). Alimentos que más se desperdician en el mundo Si se habla a nivel global, segun un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), indica que a nivel global el 50% del desperdicio se encuentra en la producción del campo. Lo que mostró dicho reporte, es que en el campo hay una mayor pérdida de frutas y verduras. Por ejemplo: 1.- El aguacate y la papa son los alimentos que más se pierden en el campo. 2.- Les siguen el chile, jitomate y pepino. 3.- En el caso de las frutas, el plátano, la guayaba, el mango, la manzana, la uva y la piña, son de los que más se pierden en el campo. Hablando de la pérdida de alimentos procesados, de acuerdo con Jiménez, los que más se desperdician en México son: 1.- El pan y los derivados del trigo. 2.- Seguidos de la leche, tortillas, pescado, carne de res, de puerco y de pollo. En total lo que se desperdicia son 42 mil kilos por minuto de alimentos perfectamente aprovechables. El estudio no contempla las mermas (cáscaras o cascarones de huevo, de plátano, etcétera) sino toda la masa aprovechable que terminan en la basura”.
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